Nací en una gran ciudad argentina, Rosario, el 6 de setiembre de 1953.
Mis ascendientes son españoles: gallegos y asturianos, y mis padres argentinos por los cuatro costados.
De niña, mi abuela, una dulce y firme gallega, llegada a Argentina en sus años entre niña y mujer me enseñó a mirar la naturaleza y me la fue sirviendo, con una gran docencia y paciencia, con mucho amor... y así fue como iba digiriendo los cacharros, las montañas, los árboles, las nubes y finalmente el mar. Y yo, ya de muy niña quise apoderarme de todo ello. Quería ser la reina de mi mundo y de esa manera es como empecé a ir recogiendo de forma plástica en mis hojas modestas los colores y las formas que mis ojos iban registrando.
Pasaron los años. Me hice arquitecta. Me hice mujer. Y me hice artista plástica por encima de todas mis actividades. Y pinté y pinté y pinté. Me formé. Asistí a muchos cursos. Pero el mejor fue el estar en contacto con mis modelos: los objetos de mi vida diaria, el mar, las barcas, los paisajes, los bodegones, los monumentos de los hombres y de la naturaleza... y me presenté a concursos y exposiciones y me dieron menciones... y el mejor de mis premios es estar delante de mis cuadros, con mis pinceles, con mis modelos...